Los globos negros con helio en su interior combinan con la presentación de la novela negra Toda la Sangre del autor Bernardo Esquinca, en cuyo honor se celebra el primer recorrido literario en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, a lo largo de 5 calles y cuatro estaciones.

Es viernes 9 de agosto. Tres parejas de niños juegan futbolitos instalados en el acceso principal de la feria de la juventud, en conmemoración anticipada del día. A sus espaldas, sobre la calle de Gurrión, a un costado de Santo Domingo de Guzmán, el narrador, lee:

¡MACABRO! Arrojan corazones en el Templo Mayor. Se presume que son humanos. La sugestiva cita corresponde al encabezado de una nota periodística que forma parte de la más reciente obra del autor.

El calor no disminuye a pesar de la noche que cae, lenta, en estos días de verano. Oaxaca, sede de la casa editora Almadía, fue elegida para realizar la presentación de la novela de “Berni” —como le llamó amigablemente el editor Guillermo Quijas en la última sede de la caminata-lectura, que sería la Proveedora Escolar.

El recorrido, programado con el Instituto Oaxaqueño de la Juventud, inicia con un discurso del director del organismo, Francisco Melo Velásquez, un agradecimiento breve, un reconocimiento al autor y a los lectores. El protocolo de cualquier evento público institucional.

Minutos después, los niños que juegan futbolito y los jóvenes que exponen y venden sus productos, presencian el avance de los participantes —unos 100— quienes se dirigien calle abajo.

Museo de Filatelia
Silbatos, ruido, organizadores que detienen el tráfico, gente que atraviesa la calle de Reforma con rumbo a la segunda estación. El autor encabeza la algarabía, con su boina negra, lentes de pasta negros y botas ídem.

El Museo de la Filatelia, con su interior blanco, espejo de agua en el patio y cactus enormes que picaron al menos un globo, es la segunda parada.

Silencio.

“El evenflo. Su territorio es la línea azul del metro. Taxqueña-Cuatro caminos. Seguro lo has visto. TODOS lo han visto”.

Es tan bueno para aterrorizar como para conseguir dinero. Su técnica consiste en intimidarte para que lo ahuyentes con unas monedas. Sabe muy bien que es repugnante y lo explota”.

La lectura se escucha clara y sólo irrumpe el silencio un celular y un involuntario tosido. “El cuento dentro de la novela El Evenflo”, según explica Esquinca a los asistentes, es una realidad que buscó retratar, como parte de ese gran personaje dentro de la obra que representa la ciudad de México.

Los asistentes, además de portar el globo negro, se identifican por su juventud —estudiantes del Colegio de Bachilleres de Pueblo Nuevo—, y por tener en sus manos hojas, en las que están escritos los fragmentos que el narrador lee en cada estación.

Ex convento de San Pablo
La alegría del recorrido se traslada a San Pablo. Los asistentes toman a sus parejas, hijos, amigos y, de dos en dos, caminan sobre la calle de Reforma hasta Independencia. Nadie abandona el recorrido. Por el contrario, se suman personas a la “fiesta literaria”, como menciona continuamente el hombre del megáfono, que no oculta su alma de animador.

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