Desde hace poco más de tres años, el departamento de ecología de la FAHHO inició un proyecto de huertos orgánicos en diferentes escuelas del valle de Oaxaca, con el objetivo de que la comunidad escolar —maestros, alumnos y padres de familia— aprendiera las técnicas básicas para sembrar hortalizas sin el uso de fertilizantes químicos ni pesticidas. 

Durante el ciclo escolar 2011-2012, la primaria Vicente Guerrero, afincada en La Unión, se sumó a esta iniciativa. La Unión es una agencia del municipio de San Felipe Tejalapam, en el distrito de Etla. Actualmente, esa comunidad se dedica a la siembra de maíz, frijol y tomate, pero no hace mucho tiempo sembraba tabaco.

En la década de 1970, Tabamex (Tabacos Mexicanos) se instaló en esas tierras, y con ella el uso de pesticidas y fertilizantes. Como cuenta Rufina Pérez, la empresa no les advirtió de los riesgos para la salud ni de aquellos relacionados con la tierra por la exposición a esos productos químicos. El monocultivo y el uso desmedido de esos productos la empobrecen, y, como sucedió en ese caso, no sirvió mucho más ni siquiera para el tabaco. La paraestatal se marchó en la década de los 90.

Actualmente, algunos pobladores reconocen las consecuencias de aquellas formas de cultivo, y quienes se han acercado a este proyecto lo han corroborado. “Lo orgánico es más económico y no contamina”, asegura Urbano Jiménez, presidente del comité de madres y padres de familia.

Así, aunque la construcción, uso y cuidado de ese huerto ha sido difícil, los resultados son evidentes. En ese proceso no sólo aprendieron a preparar las camas y a crear composta, sino que conocieron otras alternativas viables y responsables que, entre otras cosas, podrían ayudar a regenerar la tierra. No resta decir que el huerto de La Unión es de dimensiones importantes y es, además de todo, el que dentro de este proyecto ha producido la mayor cantidad de hortalizas para la venta y el autoconsumo.

Habría que hacer caso a Rufina Pérez, una de las madres de familia: “El producto es de muy buena calidad. No hay duda”.

Y tampoco queda duda de que, tras un año continuo de trabajo constante entre la FAHHO, Lazos y la comunidad escolar, el siguiente comité de madres y padres de familia tiene un reto, y una serie de resultados que les permitirá tomar la decisión más conveniente. Pero como siempre es deseable, ojalá que se apropien del huerto y lo extiendan, que lo lleven de la escuela a su casa, y ya en su casa que sus productos se desborden en la mesa.

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